Profané sin fuerza tu escultura
lo hice trémulo de pavor
como quien hiere a su propia tierra
donde jamás ha de volver a sembrar.
Destrocé tu bendita aureola,
escale por tus montañas
me perdí en tu perfecta geografía,
me interné en tu enmarañada omagua
Me creí un improvisado explorador,
me arriesgué sin armas ni equipos
sólo avance mirando tus estrellas
guiándome por ellas,
Pues ni siquiera una brújula me acompañaba
No me apresuré en levantar mi tienda
sino en conocer muy bien el terreno
Kilómetro cuadrado que conquistaba
era espacio bañado por mis besos
por mis ubérrimas lágrimas de fe.
Atravesé torrentosos ríos,
hay veces una que otra laguna
otras, graciosos riachuelos
que recorrían tu superficie ignoto
caminé por bosques tropicales
degusté exóticas manzanas
entonces escuché tu canto
que fue como una brisa tibia
que acarició mi piel de fuego
Seguí la melodía y penetré tus entrañas
Sentí el respirar de tu espíritu
mas no llegué a tu corazón
lo hice trémulo de pavor
como quien hiere a su propia tierra
donde jamás ha de volver a sembrar.
Destrocé tu bendita aureola,
escale por tus montañas
me perdí en tu perfecta geografía,
me interné en tu enmarañada omagua
Me creí un improvisado explorador,
me arriesgué sin armas ni equipos
sólo avance mirando tus estrellas
guiándome por ellas,
Pues ni siquiera una brújula me acompañaba
No me apresuré en levantar mi tienda
sino en conocer muy bien el terreno
Kilómetro cuadrado que conquistaba
era espacio bañado por mis besos
por mis ubérrimas lágrimas de fe.
Atravesé torrentosos ríos,
hay veces una que otra laguna
otras, graciosos riachuelos
que recorrían tu superficie ignoto
caminé por bosques tropicales
degusté exóticas manzanas
entonces escuché tu canto
que fue como una brisa tibia
que acarició mi piel de fuego
Seguí la melodía y penetré tus entrañas
Sentí el respirar de tu espíritu
mas no llegué a tu corazón