martes, 16 de marzo de 2010

MI QUERIDO COLEGIO


Templo del saber,
donde aprendí a leer;
Donde me enseñaron a escribir
y por el estudio un gran amor sentir.

¡Oh! bendito colegio
con tus paredes pintadas te ves regio.
Muchos años me has acogido,
¡Cuántas cosas en ti he aprendido!

Colegio de mis amores,
lugar de hermosas flores
donde enseñan cariñosas profesoras
y estudian muchachas encantadoras.

Cuando tuve seis años te conocí
y desde entonces estoy junto a ti.
Mil aventuras he ganado.
¡En cuántas lides he triunfado!

Colegio mío… te quiero mucho
¡Por ti canto y lucho!
¡Te honro y valoro!
¡Por eso y más, eres mi eterno tesoro!

¡BASTA YA!


¡No me digan nada!
¡No me hablen absolutamente nada!
¡Hoy quiero estar solo!
¡Sin personas hipócritas y malvadas!
¡Dejadme gritar a todo pulmón!
No vacilen en retirarse
¿O es que acaso no comprenden
que sólo busco un punto de paz?
Estoy cansado de esta vida,
ya quiero salir de este laberinto.
Anhelo respirar un aire limpio y puro.
Quisiera asear este ambiente corrompido.
Hoy quiero pensar en mi vida.
¿Qué ha sido y que es de ella?
¡Cuántas penurias la han abatido!
Pero… sigo vivo y aún respiro.
¿Por qué los pobres son tan desgraciados?
Que ni siquiera tienen donde morir.
Andan por ahí vagando sin rumbo,
esperando tal vez viajar a las estrellas
¡Hoy no quiero oír a nadie!
Quiero estar solo… tener silencio;
Salir de este mundo movido y violento,
echarme en la arena y contemplar el azul.
¡Basta ya hermanos hombres!
Recuerden que somos seres humanos,
todos de carne y hueso
y nuestra sangre es roja, Cual escarlata viva.
¡Lucharía por cambiar este mundo sombrío!
Y si acaso el señor me concediera un deseo
si tan sólo él, me diera esa oportunidad
con mis ojos inundados de dolor
y mis labios trémulos de gritar al silencio
diría sin dar tiempo a los cruentos segundos:
¡Pido mi Dios… tan sólo tu paz!

MUERTE



¡Un día me moriré!
¡Sé muy bien que algún día me iré!
Tal vez no sea hoy,
ni mañana…
Ni pasado-mañana
ni la otra semana.
¡Quizás no será este año!
Ni el otro…
Pero tarde o temprano
mi hora llegará

Yo sé que me voy a morir.
¡Pronto me he de ir!
Es tan evidente que no se puede negar,
tan real que no se puede cambiar.

La muerte vendrá a buscarme.
Ella me encontrará
en su manto negro ella me llevará.


En fin…
Todos vamos a morir.
Todos correremos ese mismo destino
en fúnebres sepulturas
dejaremos los cuerpos de barro
que nos prestó con pesado interés
la vida y sus crueles tormentos .