¡No me digan nada!
¡No me hablen absolutamente nada!
¡Hoy quiero estar solo!
¡Sin personas hipócritas y malvadas!
¡Dejadme gritar a todo pulmón!
No vacilen en retirarse
¿O es que acaso no comprenden
que sólo busco un punto de paz?
Estoy cansado de esta vida,
ya quiero salir de este laberinto.
Anhelo respirar un aire limpio y puro.
Quisiera asear este ambiente corrompido.
Hoy quiero pensar en mi vida.
¿Qué ha sido y que es de ella?
¡Cuántas penurias la han abatido!
Pero… sigo vivo y aún respiro.
¿Por qué los pobres son tan desgraciados?
Que ni siquiera tienen donde morir.
Andan por ahí vagando sin rumbo,
esperando tal vez viajar a las estrellas
¡Hoy no quiero oír a nadie!
Quiero estar solo… tener silencio;
Salir de este mundo movido y violento,
echarme en la arena y contemplar el azul.
¡Basta ya hermanos hombres!
Recuerden que somos seres humanos,
todos de carne y hueso
y nuestra sangre es roja, Cual escarlata viva.
¡Lucharía por cambiar este mundo sombrío!
Y si acaso el señor me concediera un deseo
si tan sólo él, me diera esa oportunidad
con mis ojos inundados de dolor
y mis labios trémulos de gritar al silencio
diría sin dar tiempo a los cruentos segundos:
¡Pido mi Dios… tan sólo tu paz!
¡No me hablen absolutamente nada!
¡Hoy quiero estar solo!
¡Sin personas hipócritas y malvadas!
¡Dejadme gritar a todo pulmón!
No vacilen en retirarse
¿O es que acaso no comprenden
que sólo busco un punto de paz?
Estoy cansado de esta vida,
ya quiero salir de este laberinto.
Anhelo respirar un aire limpio y puro.
Quisiera asear este ambiente corrompido.
Hoy quiero pensar en mi vida.
¿Qué ha sido y que es de ella?
¡Cuántas penurias la han abatido!
Pero… sigo vivo y aún respiro.
¿Por qué los pobres son tan desgraciados?
Que ni siquiera tienen donde morir.
Andan por ahí vagando sin rumbo,
esperando tal vez viajar a las estrellas
¡Hoy no quiero oír a nadie!
Quiero estar solo… tener silencio;
Salir de este mundo movido y violento,
echarme en la arena y contemplar el azul.
¡Basta ya hermanos hombres!
Recuerden que somos seres humanos,
todos de carne y hueso
y nuestra sangre es roja, Cual escarlata viva.
¡Lucharía por cambiar este mundo sombrío!
Y si acaso el señor me concediera un deseo
si tan sólo él, me diera esa oportunidad
con mis ojos inundados de dolor
y mis labios trémulos de gritar al silencio
diría sin dar tiempo a los cruentos segundos:
¡Pido mi Dios… tan sólo tu paz!
No hay comentarios:
Publicar un comentario