sábado, 4 de septiembre de 2010

SOLEDAD



¡Qué difícil es estar solo!
¡Qué triste es tener al alma vacía!
¡Cómo se sufre luchar
con el estridente silencio!
¡Cuánto cuesta ahuyentar
la pesada melancolía
que se pasea por toda
la desértica habitación!
¡Cuánto cuesta robarle
a la infinita noche
un grito de esperanza!
Ya no soporto
acostarme sin poder
conciliar el sueño;
sin decir, a alguien, un “buenas noches”
sin poder decir siquiera
un “te quiero” y desearle
unos dulces y enmielados sueños.
Ya no soporto
la tétrica escena que protagonizo
todas las tardes
al retornar a casa
contemplando como siempre
al monótono danzar
de las cuatro paredes sin pintar
y el lejano tic-tac del viejo reloj
colocando en el umbral de la
puerta de calamina.
Entonces, me ahogo en silencio
en un mar cálido y salado,
avanzo con pasos trémulos
Recorro la estancia
esperando, quizá, encontrar a “alguien”
a quien contarle mis victorias del día;
y aunque sé que es imposible
no puedo evitar mi morbosa rutina.
¡Qué difícil es estar solo!

1 comentario:

  1. Bellas letras para algunos no lejanos y para otros cercanos, ya veremos aquello cuando nos toque vivirlo. Abrazos fraternos.
    Salud-os desde mi cercanía senil.

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