viernes, 15 de octubre de 2010

HE SOÑADO


¡He soñado!
¡Sabedlo, bella y tierna mariposa!
Me vi caminando por senderos de oro,
escalando nevados de plata,
bañándome en cristalinas aguas
que purificaban mi espíritu de niño.
¡He soñado!
¡Sabedlo, querida!
He estado en lugares benditos
he respirado el aroma de las estrellas,
he degustado deliciosas ambrosias,
he contemplado el dulce amanecer
y los rayos dorados del ocaso.

¡He soñado!
¡Sabedlo, doncella del alba!
he estado entre ángeles,
he ofrecido mirra al señor,
he quemado incienso para él
y me he ganado su bendición.

¡He soñado!
¡Sabedlo, amiga!
he soñado con el amar
he soñado con…
¿es que aún no lo sabes?
¡He soñado contigo!
¡He soñado con tu alma de espuma!

sábado, 9 de octubre de 2010

INOCENCIA HELADA


Siento frío,
mi alma está helada
y yo sigo sin quejarme
Son las diez de la noche
ya casi nadie anda por aquí,
las bancas del parque
están cada vez más lejanas
hundidas en tristezas sin fin.
Quisiera estar en casa,
pero comprendo que es lo mismo
en allí también me castiga el viento
y las ubérrimas lágrimas del cielo.
¿Mi mamá?
¡Quién sabe donde andará!
Solo sé que me trajo a este parque de colores
cuando apenas salía el sol.
¡Ya sabes lo que tienes que hacer!
¡Vendré por ti más tarde!
eso fue todo…
Ahora ya son las once
y ella aún no viene
Estoy cansada
he caminado al ritmo del sol
y de la nívea luna.
En mis manos de niña
están las monedas del mundo,
esas que pedía las gentes
esas que muchos me las negaron.
¡Ya no tardes más mamita!
¡Mira, que tengo
ganas inmensas de bañarte
con mis tiernos besos
y contarte lo hermoso
que fue el día!

viernes, 1 de octubre de 2010

TE RECORDARÉ


Recuerda siempre
que te estaré esperando
desde que rompe el alba cada mañana,
hasta que desaparezca el crepúsculo.

Te buscaré en mi silencio
en la soledad de mi habitación.
Te llamaré en los manantiales;
Te invocaré en las lluvias;
Te rezaré en la cima más elevada
del pico rocoso y árido de tu olvido.
pernoctaré a la intemperie,
llorando mi mala suerte;
le contaré a la gélida vereda
que vivo un delirio sin fin.
Ya no escribiré poemas,
ya ni siquiera crearé una copla,
ya no hare nada…
Sólo anhelo dormir
y nunca despertar
para así dejar de sufrir
imaginando lo que pudo ser,
y no fue.